El objeto misterioso
Está esperando, en su luminosa burbuja de cristal aguarda y es observado por miles de ojos. Muchos lo examinan sin mayor interés, algunos entran a buscarlo en el interior de una tienda donde hay decenas, en realidad miles de objetos similares a ése, el del aparador, lo evalúan, lo llevan consigo. Pero ¿qué es lo que hace que queramos tener un objeto en particular? ¿porqué es más deseable que otro? Cuando entramos en contacto con los objetos, hacemos una evaluación inicial de sus cualidades: ¿entra en alguna categoría conocida? en qué se parece a los otros objetos que conocemos y en qué es diferente? puedo tenerlo? ¿lo he tenido antes, o es algo que se me escapa y que aparentemente está lejos de mi alcance? A partir de la niñez, recabamos información respecto al mundo: ser capaz de mover y controlar un objeto nos hace sentir poderosos, o al menos, capaces. Los objetos que no dominamos provocan cierta angustia y sensación de pérdida.Certeza de distanciamiento o incluso, alienación.